Descripción
Golimumab es un anticuerpo monoclonal humano que se une con alta afinidad a las formas bioactivas del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), tanto soluble como transmembrana, impidiendo su interacción con los receptores específicos. Esta acción reduce la inflamación y la respuesta inmunitaria anormal asociada a diversas enfermedades autoinmunes.
Este medicamento se administra por vía subcutánea y está indicado en adultos para el tratamiento de:
Artritis reumatoide: en combinación con metotrexato, para pacientes con artritis reumatoide activa de moderada a grave que no han respondido adecuadamente a otros fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME), incluido el metotrexato. También está indicado en casos de artritis reumatoide activa grave y progresiva en adultos no tratados previamente con metotrexato.
Artritis psoriásica: en monoterapia o en combinación con metotrexato, para pacientes con artritis psoriásica activa y progresiva que no han respondido adecuadamente a tratamientos previos con FAME.
Espondilitis anquilosante: para pacientes con espondilitis anquilosante activa grave que no han respondido adecuadamente al tratamiento convencional.
Espondiloartritis axial no radiográfica: en pacientes con espondiloartritis axial no radiográfica activa y grave, con signos objetivos de inflamación, que han tenido una respuesta inadecuada o son intolerantes a los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Colitis ulcerosa: para pacientes con colitis ulcerosa activa de moderada a grave que han tenido una respuesta inadecuada al tratamiento convencional, incluidos corticosteroides y 6-mercaptopurina o azatioprina, o que presentan intolerancia o contraindicaciones a dichas terapias.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran infecciones del tracto respiratorio superior, nasofaringitis, reacciones en el sitio de inyección, cefalea y náuseas.
Es importante destacar que golimumab está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes, así como en aquellos con infecciones graves, como sepsis, abscesos y tuberculosis activa.
Es fundamental que los pacientes sigan las indicaciones del médico y realicen un seguimiento regular para monitorear la eficacia del tratamiento y la aparición de posibles efectos adversos. Además, se debe tener en cuenta que este medicamento no cura las enfermedades mencionadas, pero ayuda a controlar sus síntomas y a mejorar la calidad de vida del paciente.