Descripción
La dactinomicina es un agente antineoplásico que forma complejos con el ADN, inhibiendo selectivamente la síntesis de ARN dirigida por el ADN. Se utiliza en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, incluyendo el tumor de Wilms, rabdomiosarcoma, sarcoma de Ewing, sarcoma osteogénico, sarcoma de Kaposi y tumores del útero y testículo.
Este medicamento se administra por vía intravenosa, generalmente en forma de liofilizado para solución inyectable. La dosificación varía según la edad y el peso del paciente; en adultos y niños, la dosis no debe exceder los 15 microgramos por kilogramo de peso corporal o de 400 a 600 microgramos por metro cuadrado de superficie corporal al día, durante un máximo de 5 días.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran náuseas, vómitos, mucositis, diarrea, erupciones cutáneas, alopecia y mielosupresión, que puede manifestarse como leucopenia, trombocitopenia o anemia. Además, la dactinomicina es altamente tóxica y debe manejarse con precaución para evitar extravasaciones que puedan causar daño tisular severo.
La dactinomicina está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad al fármaco o a cualquiera de sus componentes, así como en aquellos con infecciones activas como varicela o herpes zóster. Se debe tener precaución en pacientes con insuficiencia hepática o renal, y es esencial una monitorización regular de la función hepática y renal durante el tratamiento.
Es fundamental que los pacientes sigan las indicaciones del médico y realicen un seguimiento regular para monitorear la eficacia del tratamiento y la aparición de posibles efectos adversos. Además, se debe tener en cuenta que este medicamento no cura la enfermedad, sino que ayuda a controlar su progresión.
